Un callejón perfecto para una historia de amor eterno
Una joven llamada Ana era cortejada por Carlos, un joven minero; el padre de la bella joven, no consentía ese amor; así que la encerró y amenazó con casarla con un anciano de la nobleza, únicamente por su dinero.
La joven Ana tenía una dama de compañía, quien la apoyaba en todo momento; así, planearon que la dama llevaría la noticia al joven con el desafortunado suceso de todo lo que estaba pasando.
Carlos, enamorado, compro la casa frente a la de su amada, sabiendo que de balcón a balcón era fácil encontrar a su amada; el padre de Ana nunca estuvo de acuerdo con la relación y un día en un arranque de violencia al ver que la relación continuaba, clavó una daga en el pecho de su hija. El joven desde el otro balcón, sujetó la mano tierna de su amada cada vez más fría, y finalmente la besó.
La tradición cuenta que los enamorados que pasen por el callejón del beso deben besarse en el tercer escalón para tener 15 años de buena fortuna, de lo contrario tendrán siete años de mala suerte.